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Ventajas de la calefacción eléctrica frente a la calefacción de gas

Ventajas de la calefacción eléctrica frente a la calefacción de gas

El ahorro de energía se ha convertido en la máxima prioridad de todos los usuarios, ya que es el culpable del incremento de la factura del gas. El mejor sistema no existe, por lo que es necesario buscar el equipo que mejor se ajusta a las características de la vivienda.

En este sentido, hay que tener en cuenta que la calefacción comporta el mayor porcentaje de gasto en el presupuesto total de los recibos mensuales. Se estima que alrededor del 40% del total de una factura eléctrica se destina al pago en los sistemas de climatización del hogar. Esta razón resulta ser el detonante definitivo para adecuar una instalación a las necesidades y preferencias de los propietarios del domicilio en cuestión.

Los hogares de la actualidad buscan la eficiencia energética, un factor que pretende, por un lado, obtener un consumo eléctrico de mejor calidad y más limpio a nivel medioambiental gracias a la disposición de aparatos electrónicos y electrodomésticos que gastan la energía justa y necesaria durante su transporte y uso; por el otro, y en consecuencia de esta primera acción, el usuario experimenta una reducción considerable de dinero a abonar en sus facturas eléctricas.

En este artículo vamos a analizar las principales diferencias y ventajas de los sistemas de calefacción eléctrica, con tal de orientación a los usuarios y conocer las características más llamativas que puedan establecer el mejor beneficio para  la vivienda. Estos factores resultan significativos para diferenciarlos de los sistemas a gas.

Ventajas de la calefacción eléctrica

Se trata de un equipo con una resistencia eléctrica que deja pasar la corriente para generar electricidad en forma de calefacción para el inmueble. En otras palabras, a través de los conectores, produce el calor que conviene para cada ocasión. Entre sus aspectos más destacables, se encuentran las siguientes:

-       En primer lugar, la calefacción eléctrica aprovecha al máximo la energía para garantizar la eficiencia energética que tanto se busca en los hogares. En la actualidad, aún así, existen modelos de calefacción eléctrica de bajo consumo que mejoran aún más este servicio y proporcionan una energía más limpia, ya que abren las puertas a los termostatos para que pueda haber varios en una misma vivienda. De este modo, se descentraliza el calor y se puede aumentar y disminuir por zonas.

-       A diferencia de los sistemas de gas natural, por ejemplo, los calefactores eléctricos precisan de una instalación voluminosa, por lo que destacan en su facilidad de montaje. Un caso claro es el de las estufas, que consta de un aparato tanto fijo como portátil a cualquier espacio de la casa.

-       Se adaptan a cualquier tipo de entorno, ya que llegan a todos los lugares de la casa, sobretodo las habitaciones más cerradas en las que se concentra todo el calor. Existe una cantidad de modelos que se ajustan a las necesidades particulares de cada espacio de la casa.

-       Ya que el gas natural no es capaz de llegar a las zonas rurales, la calefacción eléctrica llega a ser una apuesta fértil alternativa al butano y al propano porque el sistema, además de que puede canalizarse, no depende de las bombonas. Como las estufas portátiles se conectan a la red eléctrica, el usuario no está pendiente en ningún momento del suministro.

En definitiva, este la calefacción eléctrica supone una apuesta para los hogares porque no genera olores ni residuos, a diferencia de los de gas. Tampoco precisa de un mantenimiento exhaustivo ni grandes costes en la instalación. Se recomienda, por lo tanto, consultar con un experto en la materia la calidad de cada modelo para poder ajustarlo a la vivienda en particular.

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